miércoles, 13 de febrero de 2013

13/2/13 (3)

13/2/13 (3)

Tan fácil sería
arrancar una vida,
de la mano de su amo.
Tan difícil olvidar
lo que llegó a causar.
El daño causado,
deseado e intencionado.
No puedo perdonarlo
y menos olvidarlo.
El mal que tengo,
ahí, bien dentro,
me obligaría
a sacarle las tripas.
Pero me detengo
o acabaré preso.
El odio me quema,
mi alma en llama,
prende mi cuerpo
y en cólera entro.
Tanto es el deseo
de torturarlo...
Me cuesta controlarlo.
Lo atravesaría cortando
con su sangre me cubriría,
y el calor sentiría.
De sangre una orgía,
pero rápido acabaría.
No sería suficiente
para poder saciarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario