viernes, 8 de noviembre de 2013

8/11/13

8/11/13

Sabed pues, bella dama,
que por vuestra sonrisa
más encantadora y sincera,
contra mil dragones lucharía.
Enormes y poderosas fieras
no rivalizarían con mi espada,
con el valor que me brinda
el amor hacía tu persona.
Viajaría desde el extremo de Asia
hasta más allá de Finisterra,
más, al fin del mundo llegar
podría retornar al punto de partida.
No daría la causa por perdida,
pues no me lo permitiría mi alma.
El coraje para ello me sobra,
tus besos me dan la fuerza
y tus palabras calman mi cólera.

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