viernes, 30 de agosto de 2013

30/8/13

30/8/13

El verano casi ha terminado,
a ese lugar volveré muy pronto,
a pasar horas y horas sentado,
como en una prisión encarcelado,
siguiendo ordenes como un esclavo,
escribiendo textos en mi cuaderno.
Todos los días estaré esperando
a poder salir durante el recreo,
a que llegue la hora de comer y ser liberado.
Cada día cambiará muy poco,
en el fondo todos son lo mismo.
Entro, estudio, aprendo, me aburro
y al oír la última sirena, salgo.
La misma rutina para cada uno,
el mismo hastío para cada alumno.
Nuestra pequeña libertad sábado y domingo.
No quiero la misma vida que todo el mundo.

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